Literature
Soledad
Otro día sentado junto a ella, no solíamos hablar, solo estábamos juntos por que así nos asignaron lugar, poseía una actitud reacia desde que nos conocimos y prácticamente si ella hubiera podido, dividiría la mesa en dos o se movería con otra persona, para tener su espacio, no le gustaba que tocara sus cosas, no me decía nada, pero ese rostro de “te voy a matar” estaba presente; siempre muy reservada la chica, pero hoy no. Fue hasta un par de horas después del inicio de clases, en el umbral del aburrimiento y de una hora muerta por la ausencia de un profesor, decidí hojear uno